Un buen evento es aquel que está pensado para que sus asistentes disfruten, interactúen y guarden en su retina multitud de recuerdos. A veces eso se logra de la forma más sencilla, con pequeños detalles que nos conectan con nuestra infancia y tradiciones.
Alpacas, molinillos, banderines, miel, mercado, señales, color, texturas, infancia, juegos… ¿Quieres llevar la Provenza a tu boda?